Placer y deseo sexual en biodescodificación
El disfrutar de la sexualidad es un tema bastante tabú todavía a día de hoy. A muchas mujeres les sigue dando vergüenza hablar de su insatisfacción en este aspecto de su vida o incluso prefieren no plantearse que hay un problema en sus relaciones sexuales.
Esa falta de placer no es normal ya que la sexualidad es parte de la condición del ser humano. De hecho, la energía sexual es la energía más poderosa que tenemos, y, además, es la energía de la creación, por lo tanto, es vital para la supervivencia de la especie. Esta energía tiene que expresarse de alguna manera y si no es a través de una relación sexual equilibrada y placentera generará mucha frustración y rabia contenida que, te aseguro, saldrá de una manera agresiva y/o violenta.
Muchas mujeres viven sus relaciones sexuales desde la desconexión, la exigencia o incluso el rechazo, a pesar de no tener ningún problema físico aparente. Es decir, su cuerpo “funciona bien”, pero algo dentro de ellas les impide entregarse al placer. El problema está en que si no disfrutas de tu sexualidad, puedes entrar en la frustración y, cada vez tendrás menos ganas del contacto íntimo con tu pareja. Y esto deteriora la relación y la convivencia.
Bloqueos del placer sexual
Desde la biodescodificación, entendemos que el cuerpo manifiesta el dolor emocional que no se ha podido expresar libremente. Por eso, cuando una mujer no disfruta de sus relaciones sexuales y no existe una razón médica clara, hay que plantearse la existencia de un conflicto emocional no resuelto o una creencia inconsciente limitante detrás del problema.
Veamos algunas de las posibles causas:
1. Creencias inconscientes sobre el sexo
Muchas mujeres han crecido en entornos donde el placer o el deseo sexual eran un tema tabú, sucio o incluso peligroso. Aunque hoy en día esas ideas no se sostengan racionalmente, el inconsciente sigue operando bajo esos mandatos heredados.
- Si disfruto, soy una mujer fácil.
- El sexo es sólo para complacer al otro
- Sólo las putas disfrutan con el sexo
- Las mujeres decentes no sienten deseo.
Aunque este tipo de creencias parece que pertenecen a otra época y a otras generaciones, la realidad es que en tu inconsciente habitan creencias de este tipo como muros invisibles que bloquean el acceso al placer y al deseo, porque el inconsciente cree que disfrutar de la sexualidad puede tener consecuencias negativas (rechazo, culpa, juicio…)
Por supuesto, dentro de estas creencias está toda la educación religiosa en la que “El sexo es pecado” o que “Sólo se pueden tener relaciones sexuales para tener hijos” que se ha convertido en una educación totalmente castrante para la mujer.
2. Conflicto de desvalorización del cuerpo o de la feminidad
Otra causa común es el conflicto de no sentirse suficiente, atractiva o válida como mujer. Si una parte interna rechaza el propio cuerpo, lo castiga o lo percibe como “inadecuado”, será difícil estar total y plenamente en él durante una relación íntima con lo que no se podrá vivir el placer en toda su magnitud.
Cuando la mente dice “quiero disfrutar”, pero el cuerpo se siente juzgado, se genera una desconexión emocional que impide entregarse.
3. Miedo inconsciente a la intimidad o a “ser vista”
Para muchas mujeres, el placer profundo implica también abrirse emocionalmente y mostrarse tal cual son. Y si hay heridas pasadas relacionadas con el abandono, el abuso de confianza o el rechazo, el inconsciente puede activar mecanismos de defensa.
“Si me abro, me pueden hacer daño.”
“Si me muestro vulnerable, me van a traicionar.”
El cuerpo, siguiendo las órdenes del inconsciente, frena el disfrute como una forma de protección.

4. Vivencias traumáticas no integradas (aunque no sean abusos sexuales)
No siempre hablamos de traumas súper dramáticas. A veces, una mala experiencia, un comentario vivido como hiriente o una situación en la que no hubo consentimiento pleno (no te apetecía, pero cediste), puede quedar grabada en el cuerpo como una señal de alarma.
Ese recuerdo, aunque no esté en la memoria consciente, puede generar tensión, culpa o rechazo ante cualquier encuentro íntimo.
5. No soltar el control
Las relaciones sexuales son relaciones íntimas que deberían darse en un entorno de confianza y seguridad para poder estar relajada y disfrutar plenamente del momento, pero, a veces, hay miedos ocultos que hacen que se vivan estos momentos íntimos con tensión. Estar en tensión conlleva mantener el control, por lo tanto, es este estado de alerta, llegar al orgasmo va a ser muy difícil, ya que para llegar a este punto hay que abandonarse totalmente a la experiencia.
En ejemplo de estos miedos inconscientes es el miedo a quedarse embarazada, a pesar de usar métodos anticonceptivos. El problema de este miedo es que es totalmente inconsciente, te atrapa y te bloquea sin que te des cuenta.
Caminando hacia el disfrute sexual
Lo más importante para revertir esta situación es tomar conciencia de que hay un problema a nivel sexual porque si no admites que tienes un problemas nunca harás nada para solucionarlo. Y después puedes empezar por:
1. Cuestiona las creencias heredadas sobre el placer
Haz una lista de frases, ideas o mensajes que hayas escuchado en tu infancia sobre el sexo, el deseo y el cuerpo femenino.
– Pregúntate: “¿Esta creencia me pertenece, o la heredé?”
Darle luz a estos mandatos inconscientes es el primer paso para soltarlos.
2. Reconecta con tu cuerpo desde el amor, no desde la exigencia
Más allá del acto sexual, el placer empieza por sentirse a gusto con una misma. Tocar tu cuerpo, moverte, bailar o simplemente respirar de forma consciente puede ayudarte a estar con más presencia en tu cuerpo.
Ejercicio: mírate al espejo, con suavidad, y elige una parte de tu cuerpo para agradecerle lo maravillosa que es. La gratitud es una energía muy poderosa.
3. Acepta lo que sientes sin juicio
Si hay rechazo, apatía o bloqueo, no te obligues a cambiarlo rápidamente. La aceptación amorosa es una puerta poderosa. Desde ahí, el cuerpo empieza a relajarse.
“Ahora mismo, esto es lo que siento. Y está bien sentirlo.”
4. Busca acompañamiento para liberar el origen emocional
Muchas veces, lo que bloquea no es lo evidente, sino algo que está guardado muy profundo. A través de terapias que trabajan a nivel del inconsciente, como el Método Kíbar, se puede acceder a la raíz del conflicto y comenzar a reprogramar esas memorias.
El placer no se fuerza, se desbloquea
Si no disfrutas de tus relaciones sexuales y no encuentras una razón física, es posible que tu cuerpo esté protegiéndote de una amenaza que ya no existe, pero que quedó registrada en tu inconsciente.
Tu sexualidad no está “rota”. Sólo necesita ser escuchada, comprendida y acompañada con respeto y paciencia.
A través del Método Kíbar, trabajamos de forma amorosa y profunda para identificar el conflicto emocional que hay detrás de cada síntoma o bloqueo.
No se trata de forzar el placer, sino de crear las condiciones internas para que pueda florecer de forma natural.
Si quieres saber más o iniciar tu camino hacia una sexualidad satisfactoria, estoy aquí para acompañarte.